#19 Acabo de Leer: Las Maravillas del 2000 de Emilio Salgari

Bienvenidos, aventureros, a este segundo posteo del 2025, por favor, disfruten del tour retrofuturista que el señor, Emilio Salgari, publicó en 1907 para describir las aventuras de dos personajes (James Brandok y Toby Holker) en las maravillas del 2000.

Comencé el párrafo de esta manera porque este libro no es más que la inmensa imaginación que tenían aquellas personas del siglo XIX sobre algunas "predicciones" que podrían concretarse dentro de un siglo. ¿Cuantos avances científicos habrán en el futuro? Pues, en este tour que escribe Emilio Salgari, con los dos personajes que duermen durante cien años con la ayuda de un descubrimiento por parte del doctor, es justamente una gran ambición para aquel entonces. En los años dos mil, los dos protagonistas son atendidos por un familiar del doctor Toby Holker, que es el que le va a explicar muchas cosas relacionadas con la nueva tecnología futurista como aeronaves, barcos que vuelan, tranvías hibridos, desayuno que se hace solo, grandes telescopios (se contactan con marcianos), enormes edificios que albergan muchas familias, islas flotantes, entre otras. Cada explicación siempre tiene sus "pros" (contada por el familiar Holker) y algunas "contras". Si bien, los protagonistas quedan sorprendidos por el avance tecnológico que se desarrolló durante veinte lustros, a veces, tienen sus dudas; como si algo es ético o no, con respecto a algunos inventos relacionados con la vida humana.

Igual, no todo es una "expedición turística futurista" porque mientras más avanza la trama los personajes se encontrarán con alguna que otra contracorriente (mal clima, prisioneros, etc) que los pondrán a prueba, pero aún así es una historia relacionada con el devenir donde algunas actitudes serán cuestionadas. Es un libro con una leve crítica social.

En mi caso personal, esta obra que, no es muy larga, puede volverse un poco  tediosa en algunos momentos por lo redundante de mostrar las maravillas y que los protagonistas siempre estén asombrados. De todos modos me sentí satisfecho porque hasta el final de este viaje; se podría decir, también, el pasaje  hacia esta aventura dentro de la mente creativa de Salgari valió la pena.