🎥 #45 Chatarra en Acción — Exterminio: La Evolución (2025)

No soy muy fan de las películas de zombis. Siento que se han convertido en un cliché sobre la supervivencia de un grupo de personajes sin ir mucho más allá. Además, los zombis no me atraen como antagonistas: no tienen un objetivo concreto en la historia, más allá de generar shock visual cuando devoran a alguien. Son criaturas bastante patéticas, en mi opinión.

Pero dejando a un lado a estos seres tambaleantes, el caso de la saga Exterminio (28 Days Later, 28 Weeks Later) es distinto. En mi caso, solo vi la primera entrega, dirigida por Danny Boyle y escrita por Alex Garland, así que ese es mi único antecedente para enfrentarme a esta tercera parte: 28 Years Later.

Los que conocen la saga ya saben que acá no hay zombis como tales, sino “infectados”: corren, son agresivos, y en esta nueva entrega incluso hay distintos tipos, como los llamados "Alfa". Que quede claro: esto no es Army of the Dead. Acá hay desarrollo —coherente— de personajes y de sus historias. De hecho, no hay tanta acción; es más un drama distópico que aborda temas como la familia, la religión, la razón de existir, el dolor, la guerra y la convivencia entre países tras la propagación del virus. Mientras que Europa ha erradicado a los infectados, el único país que sigue en cuarentena —vigilado por tropas de la OTAN— es el Reino Unido (guiño sutil al Brexit). Aquí, en este mundo, desde niño tenés que saber pelear. La enseñanza se basa en entrenar a pequeños guerreros para prepararlos para el futuro —un futuro que, a diferencia de los países libres de infectados, sí tiene un propósito claro.

La historia comienza en una aldea aislada en una isla, donde vive Spike, el joven protagonista. Su padre lo entrena en un ritual de supervivencia que consiste en salir a cazar infectados y regresar con vida. Ese ritual ocupa gran parte del primer acto. En el segundo, Spike emprende un viaje con su madre enferma para encontrar un doctor que pueda curarla.

No es una película pochoclera. Maneja con soltura la tensión y el drama. Las escenas de acción son pocas pero decentes (aunque algunos efectos especiales se ven un poco clase B), incluyendo el clímax final. Un punto a favor es que algunas secuencias se sienten casi experimentales, especialmente ciertos montajes que comparan modos de vida dentro y fuera de la aldea.

Hacía tiempo que no disfrutaba tanto una película de este estilo, que no se limita a tiros y sustos baratos. Esta propuesta va por otro lado, uno que apuesta por la atmósfera y los dilemas humanos. Y como dato final: esta película es solo la primera parte de una nueva trilogía, así que es probable que los cabos sueltos se resuelvan en las próximas entregas.

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