🎨 Malditos Artistas — GG Allin: el anarquista del escatológico auto-desprecio

⚠️ Advertencia de contenido: Esta entrada incluye descripciones explícitas de actos escénicos extremos, lenguaje gráfico y temas sensibles como la autolesión y la escatología. Se recomienda discreción, especialmente para lectores sensibles o menores de edad.

Nacido en 1956 como Jesus Christ Allin —nombre que ya lleva en sí una provocación parabólica—, GG creció entre fantasmas y amenazas reales. Su padre, Merle Sr., era un fanático religioso que aseguraba haber cavado tumbas en el sótano para la familia, convencido de que Jesús reencarnaba en su hijo. El hogar, construido como una cárcel primitiva sin agua ni electricidad, se convirtió en el primer escenario de su rebeldía extrema  . Pronto Jesús se transformó en “GG”, un apodo surgido de su hermano, incapaz de pronunciar “Jesus".

        Cartel con estética punk. Collage


De baterista ejemplar… a furia punk

Antes de encarnar a la bestia del punk, GG empezó tocando la batería en Little Sister’s Date, una banda juvenil que versionaba a Kiss y Aerosmith. Eso le dio cierta base musical, una influencia que luego convertiría en materia sónica primitiva. En ‘77 formó Malpractice; después llegarían The Jabbers (su primer proyecto serio), The Scumfucs, Texas Nazis, Murder Junkies… nombres que son parte del bestiario del punk autodestructivo  .

Con The Jabbers, entre 1977 y 1984, registró Always Was, Is and Always Shall Be, pero su creciente desborde —agresión, autolesiones de vidrio, derivas sexuales abusivas— hizo que la banda se disolviera  .

La escatología voluntaria: defecar en el altar del punk

El escándalo verdadero comenzó en 1985, en Peoria, Illinois. GG tomó laxante, subió al escenario, e hizo performance: defecar ante público y cubrirse con sus excrementos. Según el testimonio del guitarrista Bloody F. Mess:

"Yo estaba con él cuando compró el laxante Ex-Lax… Después de que se cagó en el escenario, se desató el caos total… Cientos de chicos punk confundidos enloquecieron, salieron corriendo por la puerta…"

Aquel acto no fue un segundo de locura espontánea: fue premeditado, deliberado, medido para provocar alucinaciones sociales. Y se convirtió en su sello de fábrica  .

Violencia, sexo forzado, cárcel y manifiesto

Sus actuaciones no se detuvieron ahí. Había violencia: golpeaba al público, se les lanzaba encima y orinaba sobre ellos. Violación, pedofilia, necrofilia eran tópicos en sus letras. Eso le costó múltiples arrestos, encarcelamientos, y un juicio en 1989 por “asalto con intención de causar daño gravísimo”, tras admitir que hirió, quemó y bebió sangre de una mujer  .

Durante uno de sus periodos en prisión (1989–1991), escribió su Manifiesto GG Allin, que lo retrata no solo como un ser de agresión, sino también como una figura mesiánica distorsionada: “Jesus, Dios y Diablo en uno solo”.

El suicidio prometido y el final escénico

En 1989 anunció su intención de suicidarse en escena durante Halloween, pero fue arrestado ese mismo día. Empezó a hacer la promesa cada año, hasta encontrarse siempre entre rejas  . Aquel acto final nunca llegó en público. En su último show en “The Gas Station” (NYC, junio 1993), comenzó una refriega generalizada, logró escapar y se refugió en un apartamento donde, poco después, murió de sobredosis de heroína, no de suicidio glorificado  .

Murió el 28 de junio de 1993; su legado sería más bien un cadáver fumando heroína que un mártir punk.

Grabaciones: gore, country retorcido y noise punk

Musicalmente, su trayectoria es un caos perseguido por obsesión provocativa. Desde la crudeza punk de Eat My Fuc (1984) y You’ll Never Tame Me (1985), rebautizando versiones de Hank Williams Jr. en versiones escatológicas como “Scumfuc Tradition”, hasta su noise-rock rítmico en The Suicide Sessions (1989), grabado en casa de Mark Sheehan  . En el abismo del punk extremo incluso se le reconocía una cierta autenticidad: letras viscerales, música sincopada, violencia sonora.

Aunque su voz se deterioró hacia gruñidos rasposos, su discografía —incendiaria, breve y aplastantemente violenta— ha sido cubierta por bandas como Faith No More o CKY, y registra momentos de oscuridad genuina en su intento de vivirse como escoria humana  .

¿Arte, performatividad nihilista… o puro zoológico humano?

La discusión sobre GG Allin se bifurca: ¿es arte o basura humana? Los fans hardcore defienden la autenticidad de su nihilismo; los detractores lo condenan como misógino, sádico, sin talento real  . En reddit se le describe con crudeza:

“Se cagaba a propósito en el escenario… No era una criatura extremadamente talentosa pero atormentada —era un borracho repugnante que se embadurnaba con su propia mierda.”
—comentario de un anónimo en Reddit (r/ObscureMusicLegends, 2021).

Pero otros admiten que, pese a lo repulsivo, su música punk era “directa y pegajosa”, y su manipulación performática cumplía su objetivo: incomodar a los conformistas  .

Reflexión final: ¿inconsciente cultural o espejo del apocalipsis interno?

GG Allin encarna la autodestrucción radical: se escupió, se ultrajó, se enfrentó al público, a la ley, a la moral, y también a la música. ¿Era un visionario del abismo humano o solo un pirómano moral con micrófono? Quizá ambos. Su legado es una advertencia: cuando el pacto entre artista y público se quiebra en términos viscerales, nace algo distinto: un espectáculo de lo indecente.

Dejó más de una docena de álbumes y cientos de provocaciones encapsuladas en celuloide, performance o anécdotas de bares. Hated: The Life and Times of GG Allin, el documental de Todd Phillips, lo pinta sin filtros: protagonista de su propia carnicería escénica  .

En el universo de los Malditos Artistas, GG Allin resplandece como aquel que rompió la última frontera —lo humano— para que el caos se viera en carne viva, celebrando la derrota artística como acto extremo de sinceridad. Su tumba en Littleton, NH, guarda un cuerpo sin lavar, con jock strap, chaqueta de cuero y un Jim Beam en mano, según su deseo  . Como símbolo, es un cadáver que escupió al sistema y lloró por lo que somos cuando no nos miran.

                     GG ALLIN c.1991


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