Spencer Shay es un personaje de ficción perteneciente a la sitcom iCarly, estrenada en 2007. La serie trata sobre tres amigos que hacen su propio show en vivo por Internet, con muchos momentos de vergüenza ajena… y alguna que otra risa no enlatada.
Spencer, el hermano mayor de Carly, es interpretado por Jerry Trainor. Suele funcionar como alivio cómico, aunque en algunas ocasiones muestra un costado más sensible. Pero lo que realmente destaca de él son sus loquísimas esculturas, que realiza tanto por encargo como por puro placer (y, a veces, para levantar chicas).
Ahora bien, imaginemos que este personaje existiera en la vida real: ¿qué clase de escultor sería?
Las obras de Spencer son extremadamente diversas. La mayoría son figurativas, y en menor medida abstractas. Eso sí: no son esculturas realistas, ni usa materiales tradicionales como mármol, bronce, madera o piedra. Lo suyo es el ensamblado: recolecta objetos cotidianos, los modifica y los une en formas inesperadas, creando una especie de collage tridimensional.
El ensamblado es una técnica artística que surgió a comienzos del siglo XX. Pintores cubistas como Juan Gris o Pablo Picasso ya incluían arena, madera o papel de diario en sus obras. Pero quienes realmente llevaron esa técnica al límite fueron los dadaístas, con sus fotomontajes, ready-mades, collages y esculturas.
El dadaísmo fue una vanguardia clave que luego influenciaría al Pop Art, especialmente al estadounidense. Artistas como Robert Rauschenberg, Jasper Johns, Andy Warhol o Claes Oldenburg llevaron esta fusión entre objetos cotidianos, arte y cultura de masas a otro nivel.
En otro episodio, titulado “Amo el arte”, vemos que Spencer se obsesiona con exponer en una galería porque asiste su artista favorito: Harry Joyner, un escultor ficticio conocido por usar todo tipo de materiales. Este guiño también refuerza su conexión con el pop art.
Con todo esto, se puede afirmar que Spencer Shay tiene más en común con los artistas neo-dadaístas y pop que con los escultores clásicos. Si fuera real, seguro lo tildarían de "hampartista" (como diría el Chivo) o de “sin talento” (como Doñavelina). Pero su obra no es pretenciosa: crea por gusto o mecenazgo, y se nota que disfruta del proceso. En estos tiempos, un artista ya no necesita justificar su obra con un gran mensaje; para eso están los museos intentando explicar cosas que a veces no tienen explicación.
Otras obras de artistas reales que podrían haber influido en Spencer:
Y vos, lector/a: ¿qué clase de artista pensás que sería Spencer Shay si existiera de verdad?
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